El encuentro disputado en Sausalito culminó en un empate 2-2 con goles de Juan Cuevas y Bastián San Juan, para el Oro y Cielo.
El Estadio Sausalito recibía el Clásico Porteño número 100 disputado en Primera División, donde se esperaba un duro y batallado encuentro teniendo en cuenta el buen nivel futbolístico que venían mostrando ambas escuadras.
Everton salió a buscar el partido desde el primer minuto, dominando en varios instantes de la primera mitad, sobre todo con las pasadas de los laterales evertonianos y los amplios movimientos de los hombres en delantera.
Fue en el minuto 21 de juego donde Maximiliano Cerato recibe el balón, comienza a dejar varios hombres en el camino mientras avanza, saca un muy buen centro bombeado para que aparezca Juan Cuevas y con un espectacular golpe de cabeza anota el primero del Oro y Cielo.
Durante el resto de la primera etapa, los dirigidos por Javier Torrente intentaron seguir buscando los espacios en el fondo wanderino, tomando el control del encuentro y culminando la primera mitad con una ventaja por la cuenta mínima.
Ya en el segundo tiempo, Everton volvió a salir con todo y en el minuto 50 por poco cae el segundo gol cuando Maximiliano Cerato aprovecha las dificultades en el fondo caturro, busca el centro atrás y tras el remate, la defensa rival la saca desde la línea, ahogando el grito evertoniano.
Una de las grandes oportunidades del partido llegó en el minuto 62, luego de una extensa revisión por parte del VAR, el juez central sancionó la falta desde el punto penal. Fue aquí donde Johnny Herrera se paró delante del balón con la intención de repetir lo realizado en el último partido ante Curicó Unido.
Lamentablemente, Mauricio Viana ataja el remate con los pies y evita una clara oportunidad para aumentar la cuenta en favor de Everton. Pero el gol llegaría de todas maneras en el minuto 77 con un tiro de esquina servido por Juan Cuevas, ganan arriba con golpe de cabeza y Bastián San Juan con una espectacular chilena anota el 2-0 Oro y Cielo.
Everton tuvo otras oportunidades para extender la ventaja con un remate de Marcos Pol y un mano a mano de Jorge Díaz Price que fue bien contenido por el portero Viana, pero Wanderers reaccionaría y en los minutos 81 y 91, respectivamente, dejaría el marcador con el definitivo 2-2 en el Clásico Porteño 100.
Para cerrar, Javier Torrente realizó un análisis post partido diciendo que, “desde mi punto de vista fuimos superiores al rival, lo demostramos en el dominio sobre el campo y por algunos detalles se nos escapa el partido. Pero el equipo controló el juego, convirtió dos goles y estuvimos más cerca de llevarnos el triunfo que el rival”.